lunes, 29 de junio de 2015

No había nada seguro o fiable en su expresión.
Tenía los ojos oscurecidos y las mejillas enrojecidas. Mientras ella alzaba el rostro, él bajó el suyo, colocando la boca sobre la de ella y, antes de que ella saliera de su asombro, ya se estaban besando.
Su boca era suave y firme; le apoyó una mano tiernamente en la nuca, para guiar la boca de ella hacia la suya. Con la otra mano le cubrió la mejilla y le acarició el pómulo.
Él aspiró sorprendido en su boca.
Ella le pasó las manos sobre los hombros, pidiéndole, con suaves caricias, que no parara.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Con el dedo en la herida.

No sé cómo empezar.
Nunca se me han dado bien las despedidas. Y menos si se trataban de ti.
La última vez que me abrazaste me dijiste que volverías, pero no me dijiste a por quién.
Tanto tiempo dejándome la piel para que seas capaz de ir de la mano de otra aparentando que todo va bien, que no te importa quién fui para ti o quien he dejado de ser.
Que he perdido las ganas de que me quiten el frío otros brazos si no son los tuyos. Y tú quitándole el frío a esa. La que dice que te quiere como ninguna. Y no sabe que esa "ninguna" existe y que no me llega ni a la suela del corazón.
Que ya no sé que hacer contigo porque nunca te he tenido. Que no te cuido porque tú no has querido, porque sabes que nadie lo podría hacer mejor que yo.
"Antes muerta que tenerte que ver con otra en frente".
Y ahora lo entiendo todo, que yo he estado en frente y me he quedado sin aire. Supongo que de eso trata morir, dejar de respirar y saber que eso que se ha ido ya no volverá.
Que me tengo que ir, que no pinto nada aquí.
Que no le tengo que esperar, que ya tiene quien le va a buscar.
Que ya no está.
Que ya se ha ido.
Que no va a estar conmigo.

lunes, 18 de agosto de 2014

Autoengaños a modo de suspiros.

Las ganas de cambiarlo todo,
de romper con todo,
desde que dijiste que todo iría mejor -y me dejaste sola-.

Y para qué vamos a empezar una vez más, de todas las que ya lo hicimos no sé en cuál la cagamos más...
Quizá quien empezó a equivocarse con esto fui yo, por engañarme o por creer que lo hacía, por confiar que lo estaba haciendo y cagarla tratando de evitar lo evidente, hacerme a la idea de que no quería a la persona por la que realmente me moría, camuflar los sentimientos intentando regalárselos a cualquiera de esos que quizá lo merecían más que tú... pero ya ni por esas podía.
Autoengañarse significa mentir a los demás para tratar de creerte tu propia mentira. Pero los sentimientos no entienden de mentiras, ni de palabras falsas por muy alto y claro que las digas.
Y bueno, una vez más estoy bajo cero con el contador parado esperando despegar de nuevo.

sábado, 9 de agosto de 2014

Catástrofe de corazones.

Digamos que...
le he visto hacer las maletas para irse de mi vida millones de veces,
pero siempre que se iba
dejaba algo
y cuando pasaba un tiempo
volvía
y así...
así no hay forma de cambiar la cerradura de la puerta y echar el pestillo,
o de mi corazón,
o de mi coraza
o...
ya no sé lo que tenía,
y ahora no sé ni lo que tengo,
tampoco lo que soy,
solo lo que tú me hacías ser,
eso,
eso si que era bonito,
eso si que era magia,
eso si que era poesía.

Esto no son versos,
esto son todos los 'te quiero' que nos han faltado,
todas las caricias que se han ido,
todos los 'contigo lo que con ninguna'.

Nos hemos perdido,
pero porque tú has querido,
pero no por quererme, si no por todo lo contrario.

Siempre has tenido los dos huracanes verdes más bonitos de toda catástrofe natural en mi corazón.

No me olvides,
pero tampoco me recuerdes.

Ojalá volver años atrás para hacer las cosas de buena manera, para saber mirar los ojos indicados y pensar en la boca con mejores comisuras de toda sonrisa.
Ojalá volver a verte,
y haber aprendido a no perderte.

miércoles, 16 de julio de 2014

Borremos las coordenadas de tus caricias.

Borremos las coordenadas de tus caricias,
esas que me hacen temblar,
esas que hacen que no quiera parar,
esas que ya no son mías.
Borremos todas esas conversaciones por encima de cualquier otra en medio de clase.
Borremos todas esas sonrisas de nuestras bocas cuando sólo nosotros. Sólo nosotros dos.
Borremos cada apretón de manos. Borremos cada abrazo sin venir a cuento ni tener por qué celebrar algo.
Borremos nuestros recuerdos, esos que soy yo quien conserva entre un montón de folios escritos en verso, por todos esos besos.
Borremos la gravedad del sentimiento que me está aplastando por los dos.
Borremos los besos por el cuello.
Borremos los abrazos por la espalda y el "me encanta" entre suspiros y susurros a mitad del folio, o en los márgenes de todos ellos.
Borremos todo lo que queríamos el uno del otro.
Borremos las locuras que vivimos con alcohol en las venas.
Borremos todo lo que siempre has odiado de mí.
Borremos todo lo que he hecho mal para que te vayas, para que ya no te acuerdes de mí como prometiste hacer.
Borrémonos,
o bórrame,
como ya estás haciendo, parece que se te da bien, pero no te olvides que yo...
que yo te llegué a conocer como nadie,
y que eso,
por mucho que quieras,
no se puede borrar.

martes, 15 de julio de 2014

Sería capaz de describir tu sonrisa con los ojos cerrados.

Estoy.
Estoy que me caigo a cachos por verle sonreír, que me mata cómo lo hace, la forma que dibujan sus labios, su boca, el pelo alborotado del chico de ojos verdes al fondo de la clase.
No sé, hablo de él y es que, es que jamás lo vais a entender.
Es que no sabéis el escalofrío que me recorre el cuerpo cada vez que sonríe, cada vez que le brillan los ojos, y es que... es que me mata, pero a la vez hace que siga viva.
Que cuanto más sonríe, más se me cae la piel, el alma y el poco corazón que ya ni late a tiras.
No sabéis lo guapo que está.
Lo tonto que se pone cuando nos abrazabamos.
Y podría describiros todas y cada una de sus manías, sus gestos, sus caras. Podría describiros sus ojos empezando por las pupilas y terminando por sus pestañas largas, que parecen hasta frágiles cuando las miras de cerca.
Lo guapo que está cuando se gira y me hace burla, lo bonito que le veo desde que le conozco, la gran persona que lleva dentro y que yo quiero con todas mis fuerzas.
Todo él.
Todo lo malo y lo bueno.
Porque de él me gusta todo.
He llegado a querer a sus defectos más que a mi misma, y quizá ese ha sido mi principal problema y cuando ya no hay remedio y te ves realmente jodida empieza a preocuparte no volver a sentir lo mismo con nadie más, pero.
Pero yo ya tengo claro que no, que jamás volveré a enamorarme de los defectos de alguien, hacer cada cosa suya lo más bonito del mundo, hacer de él mi mundo, y que cuando él se vaya todo se venga abajo y empezar a ver borroso mientras se aleja.
Nunca lo entendereis,
porque ni siquiera yo lo hago.

jueves, 3 de julio de 2014

Soy, aunque a veces, no esté

'Y es que en este tiempo me he dado cuenta
de que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas.

Que tú has hecho infinito mi límite,
asi que te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo.
Por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca,
por ese brillo en los ojos capaz de pelear contra un millón de tsunamis.

No sé dónde estarémos dentro de diez años,
no te puedo asegurar nada,
pero te prometo
que pase lo que pase,
estés donde estés
voy a acordarme de ti toda la vida
y por eso, mi luna va a estar siempre contigo.

Por que tú
me enseñaste a vivir cada día
como el primer día del resto de mi vida,
y eso,
eso no lo voy a olvidar nunca.'